De frente: "A llenar el vaso"

El tradicional loco. A La Sinfo le falta fútbol


(+) Un equipo ordenado defensivamente, prolijo en lo táctico, compacto y casi sin fisuras. Cuesta mucho entrarle, el uno no pasa sobresaltos, casi no existen los mano a mano y cada vez sufre menos las pelotas paradas. Rara vez lo verán mal parado y difícilmente encontrarán espacios entre sus filas, tanto que es una de las defensas menos goleadas del torneo, con sólo un gol en contra más que el único puntero e invicto del torneo. Esa es La Sinfónica hoy en día, sobretodo desde la mitad de cancha hacia atrás, con un juego en defensa que aunque cambien los nombres, mantiene un nivel regular y sobrio. 

Sonaría ideal, aunque mirando hacia adelante, la otra mitad del vaso está vacío.

(-) Algo desordenado en ofensiva, desprolijo en lo táctico, abierto y sin poder ensamblarse. Cuesta mucho romper defensas, los unos rivales no pasan tantos sobresaltos, fueron pocos los mano a mano generados, y salvo los últimos dos encuentros, las pelotas paradas no generaban peligro. Fueron pocas las veces que llegó al gol tras una jugada colectiva, tanto que es uno de los equipos con menos goles a favor del torneo, con sólo uno más del que menos convirtió.

Casi como una simetría que se corta en mitad de cancha, el gran déficit de este equipo pasa por la generación de juego, el armado de una idea en ofensiva que genere más peligro en el arco rival. La lesión de Herrera y su ausencia en los dos últimos partidos contribuyó a la merma en este sentido, además de que los nombres de recambio en esa posición, si bien generaron buenas actuaciones, en el aspecto ofensivo no trajeron tantos resultados. El buen rendimiento de Alvarez Pizzo por la izquierda, el gran primer tiempo de Canteli el último sábado, y la vuelta del propio Herrera, hace confiar en que sólo es cuestión de tiempo y de partidos, para generar un mayor volumen de juego cuando se tiene la pelota en los pies. Quizá el jugar unos metros más adelante, animarse con la pelota, adelantar las líneas y poner un par de metros más adelante el murallón del doble cinco, puedan ser otras alternativas para encontrarle la vuelta a una ofensiva que funciona con individualidades, las tiene, pero que no las logra poner en función de lo colectivo. Con la mitad del vaso lleno, sólo falta servir con fútbol la otra mitad. 




Uno x uno

- Tomás Membrives: muy buen partido, seguro, y bancó los trapos cuando las papas quemaban. Cada vez mejor. La figura según sus compañeros.

- Juan Anziano: correcto partido, bailó con la más fea en el primer tiempo y ganó más de lo que perdió. En el ST se cansó y salió reemplazado.

- Andrés Torres: el mejor de La Sinfónica con Membri: sobrio, firme, patrón y hace rendir a los demás. No lo pasan nunca y gana todas de arriba. Hoy es el jugador más importante del equipo.

- Facundo March: sobrio partido, complementándose con Torres. En el ST, en una patriada se resintió de su lesión en la rodilla y por segundo partido consecutivo, tuvo que salir. A recuperarse.

- Julián Santamarina: otro de prolijo encuentro, buen partido como lateral derecho. Lo mejor, salvó la derrota en la última jugada con una barrida magistral.

- Ignacio Alvarez Pizzo: si bien bajó un poco con respecto a los partidos anteriores, se las ingenió para complicar por su costado. Impecable físicamente, esta vez terminó los 90'.

- Cristian Torres: notable primer tiempo, en el que nunca lo pasaron, corrió por todos y distribuyó bien la pelota. Flojo ST perdiendo algunos balones en momentos claves. Terminó muy cansado.

- Diego Marin: parecido a Torres pero con la diferencia que mantuvo el nivel en el ST: corrió por todos en el complemento y siempre positivo.

- Federico Canteli: buen primer tiempo. Le gusta jugar ahí y se nota, trató de conectase con Casal y Anziano donde ganó y perdió. Como positivo, guante en el pie para los centros. En el segundo, poco participativo, se cansó como el resto y no pudo hacer mucho.

- Guillermo Casal: no desentonó como delantero y hasta hizo una excelente jugada que terminó fallando en el mano a mano. Luego paso a su lugar de origen y cumplió. Terminó cansado.

- Ignacio Alonso: venía jugando muy bien, sobre todo en el primer tiempo donde las ganó todas. En el complemento, por una reacción infantil dejó al equipo con 10 y se pierde los próximos tres partidos. Pidió perdón en el vestuario.

- Nicolás Quintana: arrancó recién en el ST y en la primera que tuvo se eludió a cuatro rivales, dejándolo mano a mano a Alonso. Cuando parecía que iba a ser su partido, se fue desinflando y perdió más de las que ganó.

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